¿Porqué me remuerde la conciencia haberme hecho el rogar un rato el responderte el mensaje? Si sabía que dormirías temprano y que cuesta un puto carajo que contestes tu celular, especialmente cuando tienes que trabajar temprano... ¿O estarás haciéndote la interesante? Aunque tú rompiste el hielo primero... ¿Querías que te llamara? ¿Estabas disponible en ese ratito y no lo estarías después? ¿Qué es primero, el huevo o la gallina? ¿Es inmortal el cangrejo?
Creo que nunca lo sabré y en realidad mucho no importa. Lo que sí, es que en este momento me muero por escuchar tu voz, el sonido de tu risa, la despedida rápida diciendo "no me importa" pero que en realidad significa "gracias por acordarte de mí".
Sí, parece que me importas, parece que me gustas. Sé que de cierta manera estoy pegado a esta pantalla pensando que de alguna manera volátil aparecerás, pero sé que es muy improbable. Pero no imposible y es eso lo que me mantiene aferrado. No tengo tu MSN, no te conectas a facebook. ¿Que cresta hago conectado entonces? ¿Deliro? Porque calentura no es... porque de verdad no me excita el mirar una pantalla vacía, carente de tus exuberantes curvas en ese cuerpo de gacela, una gacela que ronronea mientras besa y que me hace olvidar que me volví racional.
Sublimo la necesidad de saber que mañana estarás ahí pero no te veré, de saber que estás ahí durmiendo con algún peluche que de seguro mataría de la pura envidia. Añoro saber como es dormir contigo y despertar sintiendo el aroma a "Halloween" impregnado en mis sábanas. Si cuando te lleve desayuno a la cama, sonreirás de la misma manera que acostumbras a hacerlo, o si despiertas malas pulgas, o si eres una deliciosa neurótica de llegar a la hora y volar de la cama.
Tantas dudas, tan pocas respuestas. Pero es mejor así... se vuelve interesante esta cosa.
Lo discutiré con mi café... con 15 gotas de endulzante.
martes, 2 de diciembre de 2008
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